- ¡Mira por donde andas, inútil! - Paula se levanta como puede y mira mal a el completo desconocido.
- Lo siento, Paula. - La chica se queda con los ojos abiertos como platos, está perpleja, ¿quién es?
- ¿Te conozco? - Paula mira que sus cascos están bien.
- Sí, yo soy Gorka. ¿No te acuerdas de mí? - Paula sacude la cabeza.
- ¿En serio?
- Sí, soy yo. - Gorka sonríe, Paula no puede evitar devolverle la sonrisa.
- Es que solo te había visto en algunas fotos y no sabía quien eras exactamente. - Le parece extraño después de haber repasado sus fotos millones de veces.
- No te preocupes. Tengo que irme, ya hablaremos. - Gorka sonríe y se marcha. Paula mira como se va y vuelve a sacudir la cabeza, piensa que está en un sueño y lo cierto, es que no quiere despertar.
Está deseando llegar a casa a ver si lo encuentra conectado, está deseando hablar con él o al menos, ver sus fotos.
Paula sigue su camino feliz, sin temores y algo embobada, no sabe donde ir, porque en realidad no iba a ninguna parte. Así que decide volver a casa, ya que las chicas están ocupadas como siempre.