'Siento que quiero ser suya.' se repetía en su cabeza una y otra vez, estaba comenzando a sentir atracción por ese chico.
No atiende a la música, se levanta de la cama y se acerca al ordenador, lo enciende. Sigue en su mundo, pensando en esos labios y esos ojos oscuros que se le clavaron. Abre el Msn y busca a Gorka entre sus conectados y lo encuentra, se arma de valor y le habla.
Paula: ¡Hola!
Gorka: Vaya, hola.
Paula sonríe como una tonta.
Paula: Vaya coincidencia ayer, cualquier otra te hubiera pegado por tirarla al suelo.
Gorka: Sí, tienes razón, que suerte.
Paula: Bueno, ¿Qué tal?
Gorka: Bien, buscando algo que hacer. ¿Y tú?
Paula se da cuenta de que es su oportunidad de quedar con él.
Paula: Igual, mis amigas están estudiando para las recuperaciones.
Gorka: ¿Y tú no estudias para las recuperaciones?
Paula: No, he aprobado todo.
Gorka: Genial.
Paula siente que la conversación está a punto de acabar y no quiere eso.
Paula: Oye, Gorka, ¿Qué te parece si quedamos?
Gorka: Me gusta la idea, preciosa.
Paula: Entonces, ¿quedamos a las 17.00 en la puerta de Starbucks?
Gorka: ¡Vale!
Paula: Pues me desconecto ya, allí nos vemos.
Paula no le da tiempo a Gorka a contestarle, se desconecta rápidamente. Mira el reloj, las tres de la tarde, tiene que prepararse o llegará tarde.
Se va hacía el baño bailando feliz, se desviste y se mete en la ducha. Canta en la ducha con alegría, al salir se pone el albornoz y recorre el camino a su vestidor, se planta allí y mira mil cosas que ponerse. No sabe bien que podría ponerse para impresionarle, así que escoge algo sencillo, una camiseta Element negra con letras de varios colores, unos pantalones cortos y unas deportivas con muchos colores.
Se peina, se mira mil veces, se maquilla. 'Esta camiseta tiene un escote de vértigo, seguro que piensa que soy una zorra.' piensa preocupada, pero no tiene tiempo para cambiarse.
El corazón se le sale por la boca, anda nerviosa por la calle, no sabe si este chico es como ella piensa, piensa que se ha equivocado y quiere marcharse a casa pero algo se lo impide.
Y se acerca lentamente a la puerta de Starbucks y allí está el, esperándole.
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