lunes, 9 de agosto de 2010

Así es Paula.

Paula camina por las calles de Barcelona, atenta a sus pasos, va en dirección Starbucks, donde ha quedado con sus amigas. Siempre le ha gustado Starbucks, aunque ahora se llena de pijos a los que Paula odia con toda su alma. Pero está feliz, es su cumpleaños, ya tiene quince años. Va atenta a lo que suena en su iPod Touch, que está sin un rasguño, en perfecto estado. Es un regalo de su hermana mayor, que aunque no tiene oportunidad de pasar mucho tiempo con ella, la quiere igualmente. Sonríe al escuchar, '¿Tus hijos no van a clase porque escuchan Rap? No hay de que preocuparse, tus hijos escuchan Rap porque tienen clase.', ojala mi madre pensara así, me gustaría no tener que ir al instituto y dedicarme a lo que realmente me gusta, la música.
Y sin darse cuenta ya está delante de Starbucks, entra y busca con la mirada a sus amigas, que la esperan sentada.
- ¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz. Te deseamos todos, cumpleaños Feliz! - Cantan tres chicas al unisono mientras Paula sonríe.
- Gracias chicas. - Se sienta junto a ellas y empiezan a charlar.
Paula es la mayor de todas, tiene el pelo negro corto, que deja ver su nuca, con flequillo recto y los ojos verdes, es una chica muy rebelde, que no le gusta que manden sobre ella. Mide poco más de 1,70, sin duda es guapísima y tiene un algo que enamora a cualquier chico. Lleva unos vaqueros caídos, que dejan ver unas bragas Calvin Klein negras, una camiseta de color rojo de Emily The Strange y unas Converse, lleva dos piercings en el labio y uno en el Frenillo del labio superior.
Las chicas en cambio, tienen un estilo más llamativo. Sarah lleva el pelo negro con flequillo recto, medio de este es rojo, y tiene algunas mechas rojas repartidas por el pelo. Tiene los ojos oscuros, casi negros, lleva unos pitillos negros, con unas zapatillas de deporte un poco anchas, la camiseta es de Misfits, ella en cambio no tiene piercings.
Sandra, es morena de ojos verdes, lleva el pelo largo con el flequillo hacia un lado. Tiene varios piercings, uno en la nariz, dos en el labio inferior, y uno en la lengua. Lleva una falda vaquera, unas botas New Rock y una camiseta negra básica.
Nicole, es muy pálida de piel, tiene los ojos marrones, el pelo castaño con mechas rubias y el flequillo hacia un lado, no lleva ningún piercing. Ella lleva unos pantalones cortos, con una camiseta de tirantes de Snoopy, con unas Converse blancas.
Se las ve felices, hablando y comentando como les va el verano. Paula, que es siempre la más destacada, les cuenta que ha conocido un chico por Internet.
- ¿Y cómo es? ¿Y sí es un viejo verde? ¿Le has visto por WebCam, verdad? - Le pregunta Sandra con preocupación.
- No os preocupeis que no es un viejo verde, se llama Matt, tiene un corte con flequillo hacia un lado, es super guapo y, ¡tiene un cuerpazo! Además, si que le he visto por la WebCam y me llamó anoche por teléfono. - Trás decir esto, sonríe dulcemente mirando a cada una de sus amigas.
- Que suerte que tienes tía. - Dice Nicole un poco confundida.
Las chicas se dan cuenta de que algo anda mal, Nicole no está como siempre.
- ¿Qué te ha pasado? - Dicen Paula, Sandra y Sarah al unisono. Tras darse cuenta de que lo han dicho las tres a la vez echan a reír.
- Chicas, Lucas me ha dejado... - A Nicole se le borra la sonrisa de la cara y a las chicas también.
Nicole comienza a contarles todo lo que ha ocurrido. Lucas estaba dudando sí la quería realmente, porque ya apenas pasaban tiempo juntos, Nicole estaba castigada por las notas y la madre no quería que Lucas estuviera en casa todo el día, aunque la ayudara con los deberes. Entonces, Sarah habla de su estupendo novio Adrian, que es un chico perfecto, es alto, juega al baloncesto, es guapo, divertido y muy romántico, el único inconveniente es que es de fuera y llevan su relación a distancia, aunque ahora va a venir a Barcelona a ver a Sarah y se va a pasar unos días aquí.
Siguen entre risas y algún comentario sobre las chicas del instituto o lo que odian a otras chicas que andan sentándose o saliendo de Starbucks. Así se pasan hasta las nueve, que empieza a oscurecer. Así que se despiden y se van cada una para su casa como puede, algunas en bus, otras en moto y otras con sus padres. Paula en cambio, va andando, vive cerca del Starbucks y eso le encanta. Al llegar a casa entra directamente en su habitación y se echa en la cama, quedándose dormida.

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